La primera vez que serví una paella fue un desastre , era una paella para 12 personas y yo empece a servir los platos si así lo hice pero lo hice como lo hubiese hecho en mi casa , llenando los platos hasta arriba, que paso , pues que cuando iba por el quinto plato ya no me quedaba paella para seguir sirviendo , con una sonrisa amplia la que parecía la madre de todos los comensales me dijo:
-No te preocupes que yo esto ahora lo emparejo y comemos todos .
yo me sentí avergonzada pero aprendí a servir la paella correctamente independientemente de para cuantos fuera , servia a cada comensal y siempre dejaba un plato extra en la paellera por si alguien decidía repetir.
De los errores se aprende no???
Ahora lo recuerdo como una anécdota divertida que poder compartir.
Lo mismo me paso cuando llevaba unas bebidas a una mesa , no es que dejara a alguien sin su bebida pero si que le tire todas a alguien encima , pues al colocar mal lo vasos , puse los mas pesado delante y al quitarlos todos los demás se fueron detrás , esta vez también tuve suerte se los tire a un chico joven y fue la diversión de todos sus amigos que se rieron y disfrutaron .
uff!!! que alivio pensé .

La verdad sea dicha los clientes que iban a este restaurante eran la razón mas grande para continuar con lo que se me avecinaba.
Mañana os contare la historia de el Toro ahora me voy a dormir que estoy cansadica.
Un beso a todos.
: )